sábado, 10 de noviembre de 2012

HOY...NADA.

 
El martes 14 de julio de 1789, en Paris, se rendía la fortaleza medieval de La Bastilla, que solo  alojaba a siete prisioneros vigilados por guardias suizos. Su caída en manos de  la muchedumbre hastiada de los desaciertos políticos de la corona, marcó simbólicamente el fin del Antiguo Régimen y el punto inicial de la Revolución francesa.
Luis XVI, el rey de Francia, en su profunda estulticia, anotó en su diario en las vísperas del trascendental suceso “Aujourdhui…rien”  Hoy… nada. No había entendido la realidad que acabaría con su reino y con su cabeza en un canasto de la guillotina el 21 de enero de 1793.
El 8 de Noviembre (8N) centenares de miles de argentinos salieron pacíficamente y se congregaron en las plazas de toda la república para expresar su hartazgo de  un régimen político autoritario e incompetente, conformado por fundamentalistas nostálgicos, reunidos a modo de legión neomontonera y burocrática, cuyo único fin es el lucro y el hedonismo del poder. Se equivocan cuando afirman la inexistencia de líderes opositores. Los encontrarán en el seno de ese mismo Peronismo que infiltraron.
 El 8N ha sido la expresión de un freno cívico. Sin esas multitudes tal vez se pueden ganar elecciones, pero sin ellas es imposible gobernar una república.
Vivimos en democracia y eso no tenemos que agradecerlo a nadie. Es una conquista del pueblo.  No alentaban esas multitudes ningún fin conspirativo ni destituyente. Apenas un clamor que expresaba: "Simplemente basta".
Basta de inseguridad, de corrupción, de ineptitud, de enfrentamiento social, de abusos a la constitución y a los otros poderes del estado.
Un prominente senador de la república, oficialista desde hace dos décadas, lenguaraz y hoy ultra K, manifestó:  No logro entender cual es el mensaje”. La presidente dijo que lo más importante del 8N fue el recambio de la cúpula del poder en China.
Es un equivalente de lo consignado en el diario de Luis XVI: “Hoy… nada”.
Cuando las más elevadas magistraturas del poder tropiezan con un millón de personas manifestando en las calles y  no entienden lo que pasa, sencillamente están en problemas.