Es ocioso explicar que la moral es una ciencia que trata del bien en general, y de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia. Para despejar dudas, diremos que según el diccionario de la RAE la palabra canalla (Del it. canaglia) significa:
1.
f. coloq. Gente baja, ruin.
2.
f. ant. perrería (muchedumbre de perros).
3.
com. coloq. Persona despreciable y de malos procederes.
Aclarado
entonces el título de esta nota, pasamos a explicitar los argumentos que determinan
la moral canalla del Kirchnerismo:
- Han falseado las cifras estadísticas de la economía durante una década, para ocultar la inoperancia y la corrupción del modelo.
- Han utilizado el poder para alcanzar sus fines inconfesables, postergando el desarrollo imprescindible del país para un desarrollo sustentable de su pueblo.
- Han usado y abusado tanto de la necesidad como de la ignorancia de los sectores más atrasados de la sociedad, para generar un clientelismo útil a sus mezquinas necesidades.
- Han dividido a la sociedad en estériles disputas para impulsar una ideología que atrasa medio siglo y que ha demostrado su inutilidad en cada sitio del planeta donde se aplicó.
- Han hecho la vista gorda ante los flagelos de la droga, de la inseguridad, de la anomia creciente de una sociedad sin normas de convivencia.
- Han soslayado la educación, base de todo progreso. Uno de cada dos jóvenes no tiene comprensión de lectura. El sistema educativo es caro, ineficiente y expulsivo
- Al final del ciclo vemos que el número de pobres e indigentes no ha variado, que la infraestructura general permanece en su obsolescencia, que han malgastado las reservas energéticas y que al descalabro general que generaron lo pintan con los colores de lo maravilloso.
- Han denostado a quienes alzan su voz ante la ominosa situación social, en particular la de los niños y los jóvenes. Es decir el futuro de la patria. En la población urbana del país, la pobreza entre los menores de 18 años se estima en 38,8%. Así, unos 5 millones de niños y adolescentes son pobres, y, de ellos, unos 800.000 (9%), indigentes. En la población urbana total, la pobreza llega al 27,5%. (Fuente UCA)
- Han propalado falsías, negadoras de la realidad y engañando a los sectores ingenuos de la ciudadanía a través de sus voceros mercenarios. Víctor Hugo Morales afirmó que las villas de emergencia son lugares dignos y que su crecimiento obedece menos a la pobreza que a la ventaja de estar cerca de la cultura que se ofrece en la ciudad de Buenos Aires.
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La
lista es más larga aún, pero la paciencia es corta. Solo resta esperar que el
electorado opte por una moral política virtuosa que detenga la decadencia que
nos abruma.