martes, 24 de febrero de 2015

EL PAÍS QUE SOÑAMOS



"Existe una sola clase de hombres: Los que trabajan”
J.D.Perón

La política, cuando es ejercida por patriotas lúcidos, es el instrumento adecuado para materializar los sueños de las mayorías. Cuando la política es ejercida por fanáticos o intolerantes, entonces se materializan las peores pesadillas.
La realidad indica que hoy la mayoría de los argentinos desean:
 ·         Un país con políticos honestos, que gobiernen para el bien común y no para beneficio de una secta. Un país donde el mérito y el talento primen sobre el acomodo de los sectarios y los corruptos (Las sectas se componen de fanáticos y en todos los tiempos nunca fueron más que el quinto de las fuerzas sociales. Es esa la quinta parte que vive de los hombres que trabajan.)
·        Un país donde la constitución, sus instituciones y sus representantes sean respetables y respetadas.
·         Un país sin impunidad, dónde el trabajo, la educación y la justicia sean los pilares de la sociedad y el remedio definitivo para combatir la pobreza.
·         Un país donde el acceso a la salud y al empleo sea un derecho para todos y no un postulado declamado en tiempos electorales.
·         Un país pacificado, seguro para el ciudadano decente y altamente inseguro para los criminales.
·         Un país donde los recursos del estado se destinen tanto la grandeza de la patria como a la felicidad y desarrollo de su pueblo.
·         Un país donde los únicos privilegiados sean los niños y los ancianos y no aquellos que toman por asalto los cargos públicos para lograr sus fines inconfesables.

Entonces, como afirmaba el escritor Ambrose Bierce:

“Si deseas que tus sueños se hagan realidad, ¡despierta!”