No criar al león lo mejor fuera,
más aquel que en criarlo tiene gusto,
bueno
es que a sus caprichos se acomode.
Aristófanes, Ranas IV
Este aparentemente sencillo
planteo lógico de tres pasos: Reflexión,
balance y correctivos, está más o menos influenciado por las emociones, los
intereses y la capacidad cognitiva de los protagonistas. La confluencia de
estos elementos determina lo porvenir.
Desde hace mucho vivimos los
argentinos realidades angustiosas: Corrupción de los que mandan, saqueos,
servicios públicos calamitosos, inseguridad, inflación de las más altas del
mundo, educación, justicia y salud pública de muy mala calidad, infraestructura
deficiente, trabajo en negro o desempleo, marginalidad y pobreza e impunidad de los que delinquen son sólo algunos
de los males que nos aquejan.
Naturalmente, las sociedades como
los pescados, se pudren por la cabeza.
Si los que mandan se
corrompen, los que obedecen siguen el ejemplo y la degradación moral resulta
inevitable. De ahí al desgarro del tejido social no hay más que un paso.
El relato de quienes
gobiernan desde hace diez años habla de una década ganada. Seguramente eso es
verdad parcialmente: Ha sido ganada por los que han hecho del peculado un
principio de vida y se han enriquecido con el robo a mansalva de los dineros
públicos. Y de paso pontifican: “Si algo
anda mal es por el accionar de la anti patria”
Pero seriamente hablando: ¿Las
calamidades que padecemos son culpa de quién? ¿Del Gran Bonete acaso?
En una democracia, los
ciudadanos eligen a los que mandan y esa elección se puede originar en la
cabeza, en el bolsillo o en la indiferencia irresponsable.
Si uno vota a corruptos e
ineptos no hay espacio para el asombro ante los resultados de su gestión. Todo
tiene su precio y tarde o temprano lo pagamos.
Un nuevo año se avecina. Lo
hecho, hecho está y es buen momento para las necesarias autocríticas.
El 54% de los votos obtenidos en 2011 le han dado a CFK la legitimación para su
desquiciado gobierno. Hay que hacerse cargo de eso.
Por eso, en estos tiempos de
reflexión y balance es oportuna la pregunta que titula estas líneas: ¿Y usted
ciudadano, cómo votó?