viernes, 26 de diciembre de 2014

LA APORÍA KIRCHNERISTA


Aporía es palabra que proviene del griego (ἀπορία) y significa dificultad de pasar, callejón sin salida. En términos filosóficos es aquel enunciado que expresa o que contiene una inviabilidad de orden racional.
El Kirchnerismo expresa a la luz de los hechos, esa inviabilidad.
Es una pirámide política en cuya cima se acomodó una banda de oportunistas con fines inconfesables, de los cuales  el latrocinio ha sido preponderante. En la base expandieron una masa confusa, que vendió su porvenir por un presente limosnero.
En el prolongado ejercicio de esa conducción, disfrazaron de fines políticos  los que hoy aparecen como medios de acumulación de poder y riquezas. En el vasto despliegue de alegorías personificaron los derechos humanos tanto en ellos (que en los tiempos de la dictadura nada bueno hicieron por su prójimo) como en personajes de discutible moral como Hebe de Bonafini, que transitó su vía dolorosa para terminar estafando a la sociedad en millones de dólares con Schoklender y los Sueños Compartidos, sueños que resultaron una pesadilla más, entre las muchas que hemos sufrido.
En los ámbitos de la economía, de la educación, de la seguridad, de la moral y la honestidad republicana, las contradicciones, la impericia y la mala fe han sido los puntos cardinales del accionar de los K.
Desperdiciaron 12 años en:
  • ·         La reivindicación estéril de la violencia asesina de la facción guerrillera.
  • ·         Dividir la sociedad en vez de unirla en pos de metas estratégicas de largo alcance.
  • ·         Malbaratar las ventajas comparativas de nuestras exportaciones dilapidando recursos esenciales.
  • ·         Postergar el verdadero desarrollo social, consistente en educar al soberano y generar puestos de trabajo productivo.
  • ·         Multiplicar la pobreza con subsidios inútiles, atrofiando la cultura del esfuerzo común y colectivo para erigir un país mejor.

 Contaron para eso con el apoyo mayoritario de una sociedad anómica, que extravió el equilibrio entre los medios y los fines. Una sociedad que en su mayoría corrió tras los cantos de sirenas de esa clase política corrompida, embozada en el populismo demagógico que repartió ilusiones y peces en lugar de cañas de pescar y pautas morales conducentes a una sociedad justa y evolutiva.
Percibimos una Argentina decadente, sin instituciones que aseguren el progreso y la tranquilidad de su pueblo. Los que mandan y parte de los que obedecen han llegado al callejón sin salida. Nada se puede esperar de ellos.
La aporía Kirchnerista, para bien de todos debe llegar a su fin.
Si es cierto que solo el pueblo salvará al pueblo, entonces habrá que formular una nueva  mayoría de ciudadanos responsables, alineados detrás de una conducción política patriótica que posibilite un futuro mejor para las generaciones venideras.  
El voto deberá ser un instrumento al servicio del bien común y no un atajo para la codicia y la prebenda. Puede ser fuerte como el acero o frágil como una mariposa.
¿Perderemos el rumbo una vez más?
La respuesta está en el corazón y en el bolsillo de cada elector

jueves, 13 de noviembre de 2014

CUENTOS COMPLETOS de Eduardo Protto

CUENTOS COMPLETOS



La segunda edición de mis cuentos completos 
se vende y distribuye a nivel mundial en Lulu.com.

LA MISIÓN ROSETA


La misión Roseta de la Agencia Espacial Europea (AES) proporcionará interesantes detalles sobre esos vagabundos celestes, que llamamos cometas. Dicen que son los cuerpos más antiguos del universo, metafóricas semillas cósmicas de polvo y hielo primordial, que al parecer transportan parte de los elementos iniciales de la vida, tal como nosotros la conocemos.
Al cabo de una travesía interplanetaria de 10 años, recorriendo 6500 millones kilómetros, el módulo envió una sonda que se posó sobre el áspero pedrusco  y transmitirá valiosos datos a la tierra.
Pero acaso la información más valiosa que se desprenda del artefacto corresponderá al ámbito de la política, en el sentido griego del término, que la entendía  como aquello relativo al ordenamiento de la ciudad o los asuntos del ciudadano. Ahí radica su ejemplaridad.
Si pensamos que hace menos de siete décadas Europa era un territorio devastado por dos guerras espantosas, que en la feroz matanza de unos contra otros segaron la vida de decenas de millones de seres, arrasando ciudades enteras y con ellas, los bienes morales y materiales de una vieja civilización, sembrando por añadidura odio y miseria inenarrables, concluimos que hubo sociedades que emergieron de ese infierno, reconstruyeron sus valores morales a la par que lo hacían con los bienes materiales.
 Si bien no lograron reproducir el paraíso, se hermanaron en políticas comunes que pacificaron el continente y aportaron prosperidad y educación donde antes sólo había desolación.
En esos términos, la sonda Roseta evidencia lo mejor del espíritu humano.
Nosotros, los argentinos, que hace un siglo nos ubicábamos entre los 10 países más prósperos del mundo, no hemos cesado de malearnos en una decadencia que excede el orden económico y contamina también los espacios morales, sociales y políticos del país.
Deberíamos aprender de la experiencia de los otros, descender de nuestra estúpida soberbia y educarnos de modo tal, que pudiéramos elegir un modo de vida sustentado por valores diferentes a estos que nos condujeron al penoso estado en el que hoy nos encontramos.
Sin haber padecido el espanto de dos guerras mundiales, estamos inmersos en un sumidero de inseguridad, corrupción, inequidad y subdesarrollo. Orgullosos, exponemos la segunda inflación más alta del planeta y una clase política irresponsable y mediocre, mandada a mandar  por electores carentes de principios cívicos.
Así estamos, aunque el relato de necios para necios nos diga lo contrario.
El módulo Roseta no solo transmite datos científicos. También transmite la esperanza de un mundo mejor, toda vez que en sus valores primen la reflexión, la honestidad y la cooperación.


viernes, 24 de octubre de 2014

UNA LINDA PLAZA DEL CONURBANO (Cuento)


« Todo lo que vemos o parecemos 
es solamente un sueño dentro de un sueño”
Edgar Allan Poe

A paso lento, el anciano atravesaba la plaza. Los años se encorvaban sobre su espalda y solo aligeraba los pies el deseo de sentarse en el banco favorito, debajo del castaño y allí dormitar un rato hasta que llegara la hora del almuerzo.
El trino de los pájaros, la suave brisa, el murmullo lejano de los autos, pronto lo sumergió en un sueño pesado, profundo y viscoso. En esa onírica nebulosa se entrevió como un jubilado feliz, habitando un país próspero, entre los mejores del mundo, con su población educada, produciendo mucho y bien con tecnología avanzada.
Era un sueño desprovisto de pobres, donde todos trabajaban en armonía haciendo funcionar una economía vigorosa. Se notaba que era una sociedad segura, sin drogas ni corrupción, con políticos honestos y respetados. También con jueces probos que resolvían los conflictos con rapidez y eficiencia.
El viejo, sombreado por el castaño, sonreía y respiraba sosegado, emitiendo un leve ronquido. Era, en su sueño, la imagen de la serenidad.
Despertó cuando se sintió violentamente sacudido.
Percibió que alguien trataba de quitarle el reloj y su billetera, entonces gritó asustado. Un golpe en la mandíbula lo obnubiló y mientras caía al suelo, vio al agresor, joven y ágil que corría hacia una moto en marcha donde otro tipo lo esperaba.
El trino de los pájaros, la suave brisa, el murmullo lejano de los autos proseguían inmutables. El viejo a paso lento atravesó la plaza rumbo a su casa, pero sin demasiadas ganas de almorzar. Lo peor era que aún quedaban muchas horas hasta el fin de la jornada. Se sentía como tantos, vulnerable e indefenso. Había un rictus amargo en su cara arrugada. Para colmo de males, no lograba recordar lo soñado bajo la sombra del castaño. Era otro sueño que como una mariposa se escapaba de sus ojos. En otro de los bancos vio a un joven dormitando. Una mariposa amarilla cosquilleaba en su frente. Fuera eso o acaso el ruido de sus pasos sobre la hojarasca, lo cierto es que el sujeto del banco se despertó y al entreabrir los ojos, el viejo percibió que un intenso haz de luz lo atravesaba al tiempo que lo evaporaba….

martes, 7 de octubre de 2014

LA INFINITA LUCHA CONTRA LA IDIOTEZ



"La idiotez insiste siempre, sobre todo en los más idiotas"

Albert Camus

La palabra idiota proviene del griego idiotes y se utilizaba en la antigua democracia griega para referirse a quienes permanecían indiferentes a los asuntos públicos, ajenos al bien común, preocupándose tan solo por sus intereses particulares.
Aquella idiotesmaquia, como calificaban 25 siglos atrás a la imprescindible lucha contra la idiotez, debería ser el imperativo de los tiempos que corren para todo ciudadano que en esta tierra se precie de tal.
Todos, excepto los idiotas que medran o aplauden, advierten con preocupación creciente el accionar de esta neo oligarquía de funcionarios K, que se han enriquecido a expensas de las arcas públicas, a las que impunemente manipulan para satisfacer sus fines inconfesables. Cegados por pasiones innobles, han arrasado con todos los valores que hacen de un país un sitio habitable y de una sociedad una comunidad organizada.
Este estado argentino, sostenido por el tributo de quienes esforzadamente realizan trabajos productivos, debe ser recuperado para ponerlo al servicio del bien común,
Es preciso quitarlo de las manos de los idiotes que nos gobiernan, idiotes que, como la etimología indica, están preocupados por sus oscuras ambiciones particulares y que para mejor servirlas, no se detienen ante ningún derecho por respetar.
Han corrompido cuanto han tocado y han servido a los intereses más sombríos.
El daño que han producido es enorme y sus consecuencias comprometen el porvenir. Una larga década de demencial derroche financiero y de indiferencia por la educación, por la seguridad y por la salud de sus gobernados. Años de desprecio por las instituciones de la república, por la moral cívica y por el cumplimiento de las leyes. En suma, una larga década de falsías, desmesuras y enfrentamientos que lentamente llega a su fin.
Lástima grande que lo que no llega a su fin es la infinita lucha contra la idiotez  argentina, hierba mala que la canalla política ha sembrado por doquier, con el silencio cómplice del Partido Justicialista.
Las sociedades, como los pescados, se pudren desde la cabeza.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

LA MORAL CANALLA DEL KIRCHNERISMO

Es ocioso explicar que la moral es una ciencia que trata del bien en general, y de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia. Para despejar dudas, diremos que según el diccionario de la RAE la palabra canalla (Del it. canaglia) significa:

1. f. coloq. Gente baja, ruin.
2. f. ant. perrería (muchedumbre de perros).
3. com. coloq. Persona despreciable y de malos procederes.

Aclarado entonces el título de esta nota, pasamos a explicitar los argumentos que determinan la moral canalla del Kirchnerismo:
  •         Han falseado las cifras estadísticas de la economía durante una década, para ocultar la inoperancia y la corrupción del modelo.
  •          Han utilizado el poder para alcanzar sus fines inconfesables, postergando el desarrollo imprescindible del país para un desarrollo sustentable de su pueblo.
  •          Han usado y abusado tanto de la necesidad como de la ignorancia de los sectores más atrasados de la sociedad, para generar un clientelismo útil a sus mezquinas necesidades.
  •          Han dividido a la sociedad en estériles disputas para impulsar una ideología que atrasa medio siglo y que ha demostrado su inutilidad en cada sitio del planeta donde se aplicó.
  •          Han hecho la vista gorda ante los flagelos de la droga, de la inseguridad, de la anomia creciente de una sociedad sin normas de convivencia.
  •          Han soslayado la educación, base de todo progreso. Uno de cada dos jóvenes no tiene comprensión de lectura. El sistema educativo es caro, ineficiente y expulsivo
  •          Al final del ciclo vemos que el número de pobres e indigentes no ha variado, que la infraestructura general permanece en su obsolescencia, que han malgastado las reservas energéticas y que al descalabro general que generaron lo pintan con los colores de lo maravilloso.
  •          Han denostado a quienes alzan su voz ante la ominosa situación social, en particular la de los niños y los  jóvenes. Es decir el futuro de la patria. En la población urbana del país, la pobreza entre los menores de 18 años se estima en 38,8%. Así, unos 5 millones de niños y adolescentes son pobres, y, de ellos, unos 800.000 (9%), indigentes. En la población urbana total, la pobreza llega al 27,5%. (Fuente UCA)
  •          Han propalado falsías, negadoras de la realidad y engañando a los sectores ingenuos de la ciudadanía a través de sus voceros mercenarios.  Víctor Hugo Morales afirmó que las villas de emergencia son lugares dignos y que su crecimiento obedece menos a la pobreza que a la ventaja de estar cerca de la cultura que se ofrece en la ciudad de Buenos Aires.

·         La lista es más larga aún, pero la paciencia es corta. Solo resta esperar que el electorado opte por una moral política virtuosa que detenga la decadencia que nos abruma.



miércoles, 20 de agosto de 2014

LA BORRACHERA FINAL DEL POPULISMO


Tanto la estulticia que subyace en la ideología del pseudo progresismo a la violeta, como la contradicción insalvable entre el discurso heroico y la moral corrupta del régimen K, desembocan en este lamentable fin de ciclo, con su conjunto de decisiones y expresiones rayanas con el delirio.
Así, la impericia del gobierno ha generado un sinnúmero de males que arteramente disfrazan de aciertos.
Sin embargo, la única verdad es la realidad.
Allí están para vergüenza de todos, el desempleo, la recesión, la inflación, la falta de dólares, el cepo cambiario, los ajustes desesperados, el permanente flagelo de la pobreza que desnuda la falluta proclama de la década ganada, la mediocridad del sistema educativo, la inseguridad creciente, la impunidad y el auge del narcotráfico, el default de la deuda pública, la pésima administración del litigio con los fondos buitre, la incertidumbre económica con sus secuelas:
·         El cierre de empresas
·         La fuga de capitales
·         La falta de crédito
·         Las altas tasas de interés
·         La falta de inversión
·         La caída del salario real

Este calamitoso estado de situación, nos lleva a presumir que hay en la sociedad argentina una desmesurada proporción de ciudadanos que, cual los idiotas útiles a los que se refería Lenin en sus discursos a los bolcheviques, promueven, con la miopía de su voto, a una clase política que a la par que se enriquece escandalosamente, siembra el atraso y la miseria del pueblo.
En esta postrera embriaguez, las políticas ruinosas del Kirchnerismo comprometen el presente y el porvenir de todos.
Sería deseable que a partir de 2015, los que gobiernen  implanten un conjunto de medidas tendientes a revertir la paupérrima conciencia cívica de tantos que, por acción u omisión, han sostenido y sostienen a quienes finalmente los dañan con la endeble filosofía del pan para hoy y el hambre para mañana.

Reconocer los errores es uno de los caminos a la sabiduría.

jueves, 24 de julio de 2014

LOS IDIOTAS ÚTILES




En todas las fracciones políticas siempre existen, los que con gran propiedad, han sido llamados

"idiotas útiles". Ellos sin saber se incorporan detrás de una tendencia

que a lo mejor es totalmente la inversa de lo que ellos quieren.

Son idiotas, útiles para los otros.

Gral. Juan D. Perón

Discurso del 7 de febrero de 1974

 
En la jerga política, el calificativo de idiota útil (En ruso: Полезный идиот) era usado en el siglo pasado para describir a los simpatizantes de la Unión Soviética que vivían en los países occidentales.
El término se le atribuye a Lenin, fundador de la desaparecida URSS y que luego el General Perón aplicó a nuestra sociedad con inolvidable sabiduría.
Lenin refería como los "idiotas útiles de Occidente", a los intelectuales escritores y reporteros occidentales invitados a la URSS, que al regresar a sus países alababan las maravillas logradas por los comunistas que, en amañadas visitas guiadas, les mostraban hospitales, granjas, escuelas y fábricas, cuyas instalaciones habían sido especialmente preparadas o maquilladas con fines de propaganda.
En nuestro país no hace falta remontarse a la historia de la revolución bolchevique para reconocer a los idiotas útiles. No olvidemos que Argentina es una tierra generosa que nos prodiga abundantes ejemplos de éstos abominables especímenes cívicos.
Los idiotas útiles criollos contemporáneos, ahora en franca disminución, llegaron a constituir más del 50% de la ciudadanía. Con su miopía proverbial se creyeron el falluto relato de los K. Imaginaban que sus líderes llevaban adelante una revolución que multiplicaría los panes y los peces, gracias a la cual  todos y todas viviríamos tirando manteca al techo. Merced al cuento chino de los subsidios, de las jubilaciones sin aportes, de la emisión de billetes sin respaldo y de la clarividencia y patriotismo del finado K y su viuda, marchábamos sin escollos hacia una ejemplar sucursal  austral del paraíso.
Ínterin ese relato, una manga de vivos y aprovechados, fueran funcionarios, empleados públicos clientelares, artistas afines o una cohorte de vivillos, se enriquecieron durante la autodenominada  Década ganada. Emulaban la obsecuencia, el oportunismo y todas las virtudes K. que advertían en el exitoso vicepresidente Amado Boudou y otros próceres del Kirchnerismo.
Y así, merced a esa estulticia colectiva que prohijó la corrupción y el desgobierno, llegamos a dónde ahora estamos.
Parece que las leyes que antes aceptaron respetar cuando firmaron los pagarés sometidos a la Justicia de Los EE.UU. de Francia o Inglaterra ahora no les gustan.
Parece que los groseros errores de esta administración que soslayó desde 2005 el tema de los Holdouts, que desde 2007 envenenó la economía con una inflación epidémica y mortal, que paralizó el crecimiento económico sin haber jamás emprendido el camino del verdadero desarrollo, que abusó del desequilibrio fiscal y de las cuentas externas para comprar conciencias y ganar elecciones, que no modificó la pobreza endémica, la inseguridad, la relación del empleo productivo y formal con el trabajo en negro; han desencantado a más de la mitad de los antiguos simpatizantes.
Muchos idiotas útiles comienzan a preocuparse por estas severas cuestiones que señalamos.
Hipotecaron por los mendrugos de un presente mentiroso el porvenir propio y el de sus hijos.
Ellos, los idiotas útiles son corresponsables de estos nubarrones que hoy oscurecen el irreal cielo que ayer les prometieron.
Pero como son inimputables, solo podemos esperar que Dios y la Patria se lo demanden.

lunes, 23 de junio de 2014

PREMIO INTERNACIONAL GARZÓN CÉSPEDES DE MICROFICCIÓN DRAMATÚRGICA 2013.

MENCIÓN DE HONOR A LA OBRA: SALUD VINCULAR de Eduardo Protto (Argentina)


En la veranda de una casa de reposo, frente al mar. Se oye el sonido de las olas. Un hombre en silla de ruedas, con un yeso en la pierna derecha y vendajes en la cabeza, habla a público, como si fuera otro internado en esa institución.

 ¡Que linda que es Mar del Plata! Tenía pensado este viaje desde hace tiempo. Lo único que estaba fuera de programa era la estadía en este sitio. No es porque la atención sea mala, al contrario. Pero, como decirle…Imaginaba que sería un viaje de fortalecimiento interior, dado que la relación con mi amante, roída por el paso del tiempo se había derrumbado. Ayudó a la caída el cortejo de miserias de su menopausia incipiente y el cúmulo de sus exigencias. Esa carcoma taladró la unión y provocó la ruptura. Le aclaro que ninguno de los dos hizo nada por evitarlo.
Yo no moví un dedo porque estaba harto de aguantar la monótona secuencia de sus malestares, la merma de su libido y lo que era el basamento del quilombo: Su pretensión de que yo fuera Aladino y que con la lámpara mágica le diera todos los gustos.
Ella tampoco hizo nada para reparar las cosas. Acaso porque entrevió la magnitud del ajuste que se venía con la Realpoltik que diseñé: Yo aspiraba a una pareja en el sentido etimológico del término latino: Par-paris, verbigracia: Iguales.
Dicho de otro modo, basta de viajes al exterior y salidas caras a cargo del que suscribe. Ese proyecto de fifty-fifty fue el principio del fin, porque es sabido que las mujeres son más proclives a soportar la miseria espiritual que la material.
Es fútil la idea romántica del que muere por el desapego de otro. Siempre afirmé que el amor es una enfermedad benigna. Fuego helado que hace pasar las de Caín, pero que rara vez lleva a la tumba. Ese es el misterio.
Lo inescrutable son los caprichos del hado.
Resulta inconcebible que esa decadente climatérica enganchara un feligrés que la financie.
Créamelo, se levantó un fulano lleno de guita. ¡Y ni le cuento el auto importado descapotable que tiene!
Estaba escrito que este viaje ocultaba mi perdición.
Vea lo que es el destino…Yo cruzaba la avenida costanera, manso, en ojotas y malla rumbo a la playa en el preciso momento en que ellos pasaban a bordo del convertible. Me quedé estupefacto mirándolos. Ahí nomás una moto que venía a todo lo que daba me pasó por arriba. La saqué barata. Conmoción cerebral, fractura de fémur, costillas fisuradas y luxación de clavícula. Noventa días de yeso y una convicción absoluta: El amor no mata, pero el daño colateral que ocasiona puede ser ominoso.

viernes, 6 de junio de 2014

MANUAL DEL FUNCIONARIO K EXITOSO


El aprendizaje, concebido como la capacidad de adquirir conocimientos útiles incorporados a conductas duraderas, es por naturaleza una tarea infinita. Siempre aparecen situaciones novedosas que ameritan ser aprendidas.
El devenir histórico evidencia en vastos sectores de la sociedad argentina una reticencia ante las ventajas de aprendizaje. Dicho de otro modo, aparece a menudo una inclinación a repetir errores, atribuibles por lo general a circunstanciales intereses subalternos o a la estulticia colectiva. De ahí que tengamos los gobernantes que nos merecemos.
Alberdi en el siglo XIX refería una propensión social a negar nuestros intereses perdurables y concluía que la omnipotencia del estado es la negación de la libertad individual.
El Kirchnerismo es un régimen en el cual la corrupción es parte constitutiva y fundacional de su naturaleza y ha sido pródigo, en la promoción a las altas magistraturas del estado, a personajes que indudablemente poseían las adecuadas incapacidades para el cargo.
Así, exceptuando lo que haya que exceptuar, se han sucedido ministros, secretarios de estado, legisladores y vicepresidentes y otros conchabados de variopinto pelaje, cuya cualidad más ostensible era la aplicación correcta del manual de procedimientos K para acceder a los cargos.
Entre la docena de significados que el diccionario reconoce, un manual es algo:
 1. adj. Que se ejecuta con las manos.
 2. adj. Fácil de manejar.
 3. adj. Que exige más habilidad de manos que inteligencia.
Como vemos, todo manual implica habilidad manual, lo cual es particularmente notorio en el caso de los carteristas y saqueadores de todo tipo.
Advertimos que estas características generales están presentes en casi todos los perfiles de los funcionarios K. Naturalmente es deseable para su rápida promoción que posean además de habilidades manuales superiores a la inteligencia, una moral rastrera, una obsecuencia permanente, una avidez inconmensurable para saquear los caudales públicos e ingentes reservas de hipocresía para hacer pasar por bueno lo que es abominable.
Por caso, sirven de ejemplo las promociones políticas de Amado Boudou a la vicepresidencia de la república o de los recién llegados al Ministerio de Cultura.
La secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional del Ministerio de Cultura ofrecida a Ricardo Forster, tiene un nombre más largo que los talentos del secretario. El minucioso chupamedias del régimen K, quien ansiosamente esperaba una retribución a su obsecuencia, finalmente la obtuvo.
Al preguntársele cuál sería su sueldo como novel funcionario del estado, respondió con ironía que sin duda sería menos de lo que ganaba como trabajador privado.
He ahí la primera muestra de la mentada hipocresía de Manual K, imprescindible para su futura tarea. El filósofo a la violeta está registrado en la AFIP como monotributista categoría F, es decir la que corresponde a alguien que declara ganar $192.OOO al año. El sueldo del conchabo como secretario K será cinco veces mayor a sus ingresos actuales, sin considerar los etcéteras inconfesables.
Son las ventajas de la pertenencia y de la aplicación precisa del Manual del Funcionario K exitoso.

lunes, 5 de mayo de 2014

PAN Y CIRCO. Hipocresía, charlatanería y corrupción


Si uno tuviera al alcance de la mano algún oráculo para bucear en la historia que se escribirá en el futuro, digamos en 20 o 30 años, no nos sorprendería que los tres sustantivos que titulan esta nota: Hipocresía, Charlatanería y Corrupción, sean los que mejor definirán la década estropeada por la administración Kirchnerista.
La hipocresía emergerá al comparar serenamente el nefasto accionar del régimen y el mentiroso relato con que lo comentaban, tanto desde las primeras magistraturas como de los ministerios y las legislaturas indignamente subordinadas.
Ellos que venían a terminar con  la pobreza, la acabaron ocultando, hipócritamente,  tras una cortina de fallutas estadísticas, las mismas con que además escamoteaban la verdadera inflación, la indigencia y el desempleo. Quienes se decían los adalides de una revolución integral, resultaron ser los que manipularon las instituciones de la república y  los poderes del estado para mejor servir a sus fines inconfesables.
Aquellos que se pensaban como una vanguardia de iluminados, incurrieron en el charlatanismo al abusar de la cadena nacional y los medios de difusión cooptados maliciosamente, prodigando recursos desviados de las arcas públicas, para ocultar sus trapacerías, propalar sus tilinguerías y masificar la mediocridad de sus análisis y diagnósticos.
Y por último será la corrupción, emanada desde una sistemática estrategia de agigantar el estado a la par que lo cretinizaron para mejor dilapidar sus caudales en turbias politiquerías, que salvo raras excepciones, no modificaron el atraso, la ignorancia, la miseria y el malestar del pueblo argentino. Esa misma corrupción saldrá a la luz y pondrá un negro tilde a toda esta farsa sistemática.
Los K. fueron consecuentes y funcionales a la mafia que conformaron. Terminaran calificados por la historia como una secta de advenedizos que usaron la función pública como vil herramienta de enriquecimiento espurio, que los elevó desde oscuros profesionales de tercer orden a prósperos dirigentes, dueños de fortunas fabulosas.
No es novedosa la conclusión  inevitable: Los gobiernos desastrosos emanan de electores no menos desastrosos e irresponsables.
La antigua fórmula romana de panem et circenses aún resulta útil en estas tierras y en estos tiempos. No por remanida pierde su eficacia tendiente a favorecer a unos pocos y mantener tranquilos a los muchos, ocultando hechos infames.

Así lo denunciaba Juvenal en sus sátiras hace dos mil años:

… Hace ya mucho tiempo, de cuando no vendíamos nuestro voto a ningún hombre,
hemos abandonado nuestros deberes. La gente que alguna vez llevó a cabo el comando militar, la alta oficina civil, las legiones y todo lo demás, ahora se limita a sí misma y ansiosamente espera por sólo dos cosas: pan y circo

jueves, 10 de abril de 2014

LA KORRUPCIÓN TAMBIÉN ES VIOLENCIA


 
El término violencia está generalmente asociado al daño y a la fuerza que se implementa para herir o infligir perjuicio y menoscabo al prójimo, sea ese menoscabo de orden físico o psíquico. Los romanos llamaban vis, vires a ese vigor que permite que la voluntad de uno se imponga sobre la de otro.
Con frecuencia se hace un uso extensivo de esa palabra para nombrar fenómenos bien diferentes y en particular a todo choque, tensión, relación de fuerza, imposición o jerarquía, lo que es decir un poco cualquier cosa.
Resulta útil precisar el significado que en cada caso se le atribuye. En un sentido estricto, personal si se quiere, la única violencia medible, evidente e incontestable es la violencia física, aquella que resulta en un ataque directo, corporal contra las personas. Dicho de otro modo, es la rudeza brutal en detrimento de otro.
Cuando la violencia se aplica en términos políticos o sociales es conveniente distinguir la violencia ilegal de aquella otra que se suscita en la dimensión del Estado y que se define como la potestad que éste adquiere para ejercer legítimamente el uso de la fuerza que le ha sido conferida. Es decir la fuerza (Vis magna) que actúa dentro de la ley para proteger los valores que una sociedad democrática determina.
La violencia ilegal se manifiesta en las actitudes criminales individuales o colectivas cuya característica principal es el riesgo que le hacen correr a la víctima, y entonces es la vida, la salud, la integridad moral o la libertad la que se pone en juego. Cuando la violencia proviene de la esfera política la violencia hunde sus raíces en la cultura y afecta a la sociedad de tal manera, que limita sus potencialidades presentes y futuras.
Una de las tantas violencias que propicia la política es la corrupción pública, que resulta doblemente abominable por tratarse de una violencia solapada, ejercida en las sombras por aquellos a quienes el pueblo les ha confiado la administración del bien común.
En la así denominada Década Ganada advertimos la desmesura de esa violencia inasible, infligida sobre todo un pueblo por quienes han discurrido su vida en los cargos públicos enriqueciéndose con ellos.
Cada peso sustraído del erario común tiene su correlato de miseria, exclusión, sufrimiento y muerte en el conjunto social, en particular dentro de los sectores más vulnerables y desamparados.
Aún en su ocaso, los Salvadores de la Patria se llenan la boca condenando, como todos lo hacemos, el trillado oprobio de la violencia de la sangre y omiten con hipocresía  la violencia estructural de los diezmos que emanan del pérfido accionar de su gobierno, extraño a todo fin lícito.

domingo, 30 de marzo de 2014

POMPAS DE JABÓN

 
Y que como las flores que se marchitan
tus pobres ilusiones se morirán.
E. Cadícamo
 
Pompas de jabón es un bello tango de 1925, con música del pianista Roberto Goyeneche y versos del inolvidable Enrique Cadícamo. En esa obra la pluma del poeta nos cuenta las desventuras que acarrea la ilusión, esa palabra de equívoco uso, que proviene del latín (illusio) y que significa engaño.
El diccionario de la Real Academia Española nos aclara su significado: Ilusión: f. Concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por engaño de los sentidos.
Otras pompas de jabón flotaron durante una década en el jarangón de la sociedad argentina. Comenzaron a soplarse cuando el Kirchnerismo arribó al poder nacional de la mano del ex presidente Duhalde. Pronto se soltaron de esa mano para mejor proceder con uno de los mayores latrocinios de los tiempos que corren.
Tanto el finado N.K como su esposa transcurrieron toda su vida productiva ejerciendo el oficio de empleados públicos, lo cual no fue óbice para que acumularan una cuantiosa fortuna. La afición al hurto y al fraude no fueron ajenos a tanta prosperidad.
Algo más de la mitad de los electores creyeron en los cantos de sirenas que emitían los K. y fueron, guste o no, cómplices necesarios de los males presentes y futuros. Muchos lo hicieron por irresponsabilidad cívica y unos pocos por obediencia debida a sus fines inconfesables. Estos últimos constituyen el núcleo duro de esa secta en extinción, que desaparecerá para siempre en Diciembre de 2015.
Las pompas de jabón se rompen en el aire y desaparecen. Queda tan solo la herencia envenenada de un gobierno corrupto, falaz e inoperante.
La inflación, la inseguridad, la droga, el peculado, la miseria y la decadencia moral que engendra, el enfrentamiento estéril, el menoscabo de las instituciones de la república, la destrucción de los organismos de control de la gestión, la degradación de la justicia para mantener impunes sus crímenes y una nueva y enorme frustración serán una parte apenas del oprobio que esos argentinos le legarán a sus hijos y a los hijos de todos.
Algunos se encogerán de hombros y se harán los desentendidos, otros buscaran el calor de nuevos oficialismos y unos pocos, los más lúcidos de entre ellos recordarán con dolor las estrofas finales del tango de Cadícamo:
 
 Cuando implacables, los años,
  te inyecten sus amarguras...
Ya verás que tus locuras
                                                                   fueron pompas de jabón.


jueves, 13 de febrero de 2014

ALÍ BABÁ Y LOS CUARENTA LADRONES


 



 

El leñador, que en su vida había visto el brillo del oro,

se maravilló de todo lo que veía. 

                                            


Alí Babá es un personaje de ficción descrito en el cuento de aventuras Alí Babá y los cuarenta ladrones en Las mil y una noches. Su argumento es simple y antiguo. El refranero español lo cifra en el conocido dicho: “El que roba a un ladrón tiene 100 años de perdón”.
En la República Argentina, tan lejana de aquellos paisajes del oriente medieval donde transcurrían los relatos de Schahrazada, han sucedido en Tres mil seiscientas y una noches de Kirchnerismo, episodios trágicos o desopilantes, según el cristal con que se miren, y que reflejan la evolución del gobierno del finado Alí Babá y sus herederos, esta secta de cuarenta ladrones que hoy gobierna, cuya principal tarea es mentir y disfrazarse para llevar adelante sus fines inconfesables, ruinosos para el país y los ciudadanos.
Inmersos en el solipsismo de su discurso, remedan a Segismundo, aquel personaje de Calderón que se preguntaba si la realidad del mundo era la que aparecía en su ventana o si era apenas un sueño.
Aquí en Argentina la vida imita al arte, según el célebre epigrama de Wilde.
La ignorancia oficial, sumada a la estulticia de los escribas de Carta Abierta, mero pasquín apologético de un régimen decadente, aísla a los protagonistas de este drama nacional, ocupados en la inútil pretensión de implantar un pensamiento único. Son incapaces de entender, como decía Unamuno, que la razón humana es pensamiento genérico y que quien razona afirma la existencia de su prójimo, la necesidad del diálogo, la posible comunicación mental entre los hombres.
El argumento cotidiano de la presidente y sus súbditos se reduce a culpar a los sospechosos de siempre por los desastres de su incompetente gestión gubernamental. Aquellos que venían a cambiarlo todo para mejorar la sociedad, por arte de birlibirloque se quedaron con el santo y la limosna, se hicieron millonarios y tras sus máscaras de progresistas pretenden ocultar la infamia.
Los ciudadanos independientes, ajenos a la secta, advertimos que en su ocaso, al mejor estilo de aquellos liberales denostados, el gobierno tapa sus errores devaluando la moneda, ajustando la economía, subiendo las tasas de interés y achicando el salario de jubilados y trabajadores. Tampoco se olvida de pisotear la justicia, atribulado por lograr la impunidad de sus crímenes.  
Sin ayuda, se hunde en el barro de su propia política y la principal consecuencia económica de estos males es la inflación, superior al 30%, que  coloca al país inmediatamente detrás de Irán y Venezuela. No es motivo de orgullo.
Tampoco lo es el gasto público que se elevó  del  30,9% del PBI en 2006 al 45,3% en 2013.
En los países emergentes ese gasto asciende al  31% y en los países desarrollados al 42%.
Eso no nos hace mejores que ellos. Los subsidios indiscriminados y las cifras mentirosas del INDEC tampoco.
Vendrán nuevos tiempos para admitir que el mejor plan social es un buen trabajo. Esa debería ser una futura política de estado.
Los 60 planes sociales que el gobierno nacional ha implementado a lo largo de una década consumen $113.000 millones por año. Sumados a los costos de los otros 54 planes accesorios  de las provincias y los municipios, conforman una telaraña de corrupción e ineficiencia manejada por punteros políticos y dirigentes de diversas categorías, para asistir a 16,5 millones de beneficiarios.
Este modelo asistencial refleja su propio fracaso.
Hace diez años el país crece un 7% anual en promedio y  no logra reducir la pobreza que hoy se encuentra por encima del 25% de la población.
Concluimos afirmando que no será a través del clientelismo político de estos planes o del empleo público improductivo duplicado en la década ganada, que se resolverá este ominoso problema.

Solo el incentivo de la producción y del trabajo genuino permitirá que los subsidiados de hoy ganen mañana, dignamente, un sustento sobre la base del esfuerzo, único camino que evitará repetir la parálisis social que nos aflige.

martes, 28 de enero de 2014

RÉQUIEM POR LA REVOLUCIÓN IMAGINARIA


Temblando estoy y temo,
                                                                  mientras llega el juicio y la ira venidera.
                                    Libera me

 
La República Argentina no es el antiguo Tíbet ni está gobernada por monjes budistas en perpetua búsqueda de iluminación y de conexión universal con sus seres espirituales.
Diríamos que es precisamente todo lo contrario. Está gobernada desde hace una década por una casta de funcionarios y aplaudidores devenidos multimillonarios, por caso la presidente y su difunto marido (QEPD) y si se permite ampliar brevemente la lista, mencionaríamos al pasar a Boudou, a De Vido, a Bonafini, a Schoklender y a tantos discípulos instalados en todos los estamentos del estado, donde prodigan ineptitudes y corruptelas, rodeados por los beneficiarios de los dos millones de cargos públicos improductivos incorporados a la nomenklatura oficial desde 2005.
Eso sí: Todos subsidiados en nombre de la famosa epopeya contra el desempleo y por la distribución del ingreso.
Y lentamente nos fuimos deslizando por el tobogán de la decadencia.
Así mientras la ciudadanía asistía a la tragedia de los saqueos en todo el país, la presidenta bailaba en la Plaza de Mayo, sobre un patético escenario sembrado de tamboriles que prendían tapar el clamor de los muertos.
Mientras la mayoría de la sociedad observa indefensa como se licúan sus ahorros y sus esfuerzos laborales en la trituradora de la inflación, siempre negada por el INDEC, la presidenta pasea por La Habana, recibe lecciones libertarias de boca de Fidel (acompañada por el ubicuo Uribarri y el canciller Timmerman, el saltimbanqui que hace pocos años despotricaba contra la tiranía castrista) y culpa por los males del país a los mismos bancos a los que autoriza la venta de dólares para los pobres, siempre y cuando ganen más de $ 7.200 por mes, o sea el 30 % de los trabajadores en blanco.
El modelo nacional y popular hace agua por todos lados, de modo que la orden desde el puente de la nave es concisa: “Hay que lavar culpas y enfatizar las acusaciones a los gorilas, cipayos y neoliberales opositores, poner a buen recaudo lo robado y a rezar para no terminar entre rejas”.
Ya quedan pocos acólitos que defiendan la revolución imaginaria K.
Bien decían en la Rusia Stalinista que quien le cree a un canalla es un ingenuo pero quien lo defiende es un cómplice.
¿Qué responsabilidad le cabe a los ingenuos que con su voto toleraron el latrocinio?
¡La enorme responsabilidad y el remordimiento de haber hipotecado el futuro de sus hijos!
¿Qué responsabilidad le cabe a los cómplices?
El escarnio social y el peso de la ley.
¿Qué ha pasado? ¿No era que ellos venían a acabar con  la pobreza, el atraso y la injusticia? ¿No era que  aquellos que auguraban la devaluación debían esperar a otro gobierno?
El daño ya está hecho. Las pasadas advertencias cayeron en oídos sordos y no podemos salir en busca del tiempo perdido. Enfrentamos una ola de pobreza, escasez y despilfarro, rodeados de recesión e incertidumbre.
Habrá que acostumbrarse a caminar entre lobos y a elegir mejor en el futuro.
Mientras tanto conformémonos con oír el Réquiem por la Revolución imaginaria.

viernes, 24 de enero de 2014

LA IRONÍA TRÁGICA

 

Ya puedes ver el trágico escenario
Y cada cosa en el lugar debido.
La espada y la ceniza para Dido
y la moneda para Belisario
                                     J.L.Borges

Sabemos que la ironía es esa figura del discurso mediante la cual se da a entender lo contrario de lo que se dice. Muy apreciada por Sócrates, era la primera de las fórmulas que utilizaba en su método dialéctico.
La ironía trágica está especialmente presente en los dramas de la Antigua Grecia.
En Edipo Rey, por ejemplo, la ironía se establece a partir de la diferencia entre lo que el público sabe del personaje y lo que el personaje no sabe de sí mismo. Si esa dimensión objetiva del saber se hace necesaria, es porque los personajes del drama se encuentran en una ignorancia tal, que en esta tragedia de Sófocles, el público inicia una impar peripecia emocional: La aventura de Edipo es la aventura del descubrimiento de su propia identidad, y nosotros asistimos a su peripecia con un conocimiento completo de ella —como los mismos dioses que han urdido su destino—.
Otro famoso caso de ironía trágica la plantea Shakespeare en Romeo y Julieta: En la escena que Romeo encuentra a Julieta drogada, él asume que está muerta y entonces se suicida. Al despertar, Julieta ve a su amante muerto y también se mata.
Advertimos en la política argentina un símil de la ficción teatral.
La tragedia argentina se empareja entonces a las grandes tragedias griegas o isabelinas y al igual que ellas, los gobernantes, abusando de la ironía trágica emiten en el escenario de la cadena nacional un discurso falaz, para una audiencia soliviantada que mayoritariamente conoce la verdad, incluidos los ubicuos mercenarios de siempre.
Así mientras la presidenta bailaba en la Plaza de Mayo el país era devastado por los saqueos y las muertes. Todos lo sabíamos.
Así mientras nos dicen que la inflación es ínfima, los precios aumentan un 30% por año. Todos lo padecemos.
Así mientras nos prometen un futuro luminoso, medio país está a oscuras por falta de luz. Todos lo sufrimos.
Así mientras anuncian un subsidio para los jóvenes que ni estudian ni trabajan, nos mienten que logramos el pleno empleo. ¿Quién lo cree?
El país descalabrado, su economía a los tumbos, la educación postergada para las calendas griegas, la violencia, la corrupción y la impunidad infectando el cuerpo social, la pobreza y la decadencia a la vuelta de la esquina. Si adicionamos a todo eso la ineptitud y la inmoralidad de los que mandan, está configurado el trágico escenario argentino.
Quienes gobiernan afirman una cosa y todos los gobernados sabemos la verdad, que es otra y esperando el 2015 murmuramos, como Canio en la opera Pagliacci: ¡La commedia é finita!

jueves, 16 de enero de 2014

PEQUEÑAS DIFERENCIAS ENTRE CONFUCIO Y CONFUSIÓN

 
Saber que se sabe lo que se sabe
y que no se sabe lo que no se sabe;
 he aquí el verdadero saber.
Confucio
 
Confucio (Kung Fu-Tse) fue un pensador chino que vivió en Lu, actual Shantung, China, entre 551 y 479 a. C.
Pertenecía a una familia de la pequeña nobleza, arruinada por las vicisitudes de la política feudal y la fragmentación de China bajo la dinastía Chu. A lo largo de su vida trabajó como maestro y como funcionario del pequeño estado de Lu, en el nordeste de China.
El confucianismo es menos una religión que una ética ya que el venerable sabio apenas mencionó a la divinidad, evitando conjeturar acerca del más allá. El centro de sus preocupaciones fue la moral personal, tanto en lo que concierne a la orientación de las conductas privadas como a las normas del buen gobierno.
Viajaba solo, de un lado a otro, instruyendo a los contados discípulos que se reunían a escucharlo. Su fama como hombre de saber y carácter, con gran respeto hacia las ideas y costumbres tradicionales, pronto se propagó por el principado de Lu, y luego a toda China.
Sus verdades se pueden resumir en los siguientes postulados:
 ·         Amar al pueblo, renovarlo moralmente y procurarle los medios necesarios para la vida cotidiana.
       ·         Cultivar la virtud personal y tender sin cesar a la perfección.
      ·         En la vida privada como en la pública, observar siempre el sendero superior del  “Justo     Medio”.
      ·         Tener en cuenta las dos clases de inclinación propias del hombre: unas proceden de la carne y son peligrosas; las otras pertenecen a la razón y son muy sutiles y fáciles de perder.
      ·         Tener por objeto final la paz universal y la armonía general.
 En otro orden de cosas, el diccionario de la Real Academia Española nos dice que la palabra Confusión proviene del latín: confusĭo, -ōnis y que significa:
1.       f. Acción y efecto de confundir  (Perturbar, desordenar)
 2.    f. Perplejidad, desasosiego, turbación de ánimo.
3.   f. Equivocación, error.
 Estas acepciones bastan y sobran para definir al actual gobierno, considerando sus métodos, sus protagonistas y los resultados obtenidos a lo largo de diez años.
Como no escapa a la fina perspicacia del lector, la moral de esta banda depredadora denominada Kirchnerismo poco o nada tiene que ver con las pautas morales de Confucio.
Afortunadamente, en la actualidad esta secta se ha reducido a su mínima expresión, cualitativa y cuantitativamente hablando. Los ingenuos que alguna vez los votaron se han desayunado de golpe y comprenden tardíamente que irresponsablemente, con su voto, propiciaron la ruina de la economía, el descalabro social de la república  y una  hipoteca sobre el futuro de sus hijos.
Corrupción, violencia, saqueos, mentiras, ineficiencia política y de gestión, inflación, pobreza, narcotráfico liberado, falta de políticas y recursos para la salud pública y la educación, ausencia de justicia, desempleo disfrazado de empleo público improductivo, muerte y desolación en transportes ferroviarios, temor en las calles, cortes de luz con los primeros calores o falta de gas con los primeros fríos son algunos de los trofeos que exhiben quienes hoy gobiernan. La llaman La Década Ganada y proclaman a los cuatro vientos que encarnan una gran revolución imaginaria. Mientras tanto, sigilosamente, llenos de oro, preparan la huida embozados en la anhelada impunidad.
Entre los conspicuos de ese círculo infernal, podemos mencionar a  la legión de izquierdistas a la violeta, esos que por un puesto, un subsidio o una prebenda aplauden a rabiar y sacan patente de progresistas, en tanto que ordeñan la vaca del estado hasta dejarla exhausta. Meros ladrones al estilo de Bonafini y Schocklender o meros adocenados al estilo de los escribas de Carta abierta.
También se suma a esa banda el Montonerismo residual, puñado de forajidos que de asesinos y golpistas, desenmascarados y echados por Perón, pasaron a ser prósperos funcionarios K dispuestos hoy como ayer a quedarse con el santo y la limosna.
Quedan por último los tránsfugas de la política y el sindicalismo, quienes venden su honra por un cargo gubernamental, por una sinecura y el peculado que conlleva.
Pero nada es eterno. Esta pesadilla se acaba y comienzan a conformarse nuevos sueños.
Se acercan tiempos de reflexión. De cara al futuro, el gran desafío de los hombres y mujeres honrados será llegar a impregnar la sociedad con altos valores morales y nuevos estándares políticos que propicien la transformación de los electores en ciudadanos.
Entonces y solo entonces, cuando consideremos la educación y el trabajo como valores supremos, estaremos más cerca de Confucio y más alejados de la Confusión.